Cuando instalé mi primer diferencial rearmable en casa, lo hice por necesidad: un par de tormentas habían provocado cortes eléctricos y, al estar fuera por trabajo, volví a encontrarme con la nevera apagada y la comida estropeada. Desde entonces, este pequeño dispositivo me ha ahorrado sustos, pérdidas económicas y llamadas innecesarias al electricista.
En este artículo te explico qué es un diferencial rearmable, cómo funciona y cuándo realmente merece la pena instalarlo, desde la experiencia práctica y con un lenguaje claro.
Tabla de contenidos
Toggle¿Qué es un diferencial rearmable?
Un diferencial rearmable es un dispositivo eléctrico que, además de cortar la corriente cuando detecta una fuga, es capaz de rearmarse automáticamente tras un fallo temporal. La diferencia con un diferencial convencional es sencilla: el convencional requiere que alguien vaya al cuadro eléctrico a subir la palanca; el rearmable lo hace solo, con varios intentos programados en intervalos de tiempo.
¿Cómo funciona un diferencial rearmable?
El funcionamiento suele estar programado en tres intentos de rearme:
- Primer intento: a los 3 segundos.
- Segundo intento: a los 20 segundos.
- Tercer intento: a los 180 segundos.
Si después de esos intentos la avería persiste, el equipo se bloquea y no vuelve a rearmar, evitando riesgos.
En mi caso, lo probé tras un apagón provocado por una tormenta. Al cabo de unos segundos, la luz volvió sola sin que tuviera que moverme. Esto es especialmente útil en segunda vivienda o negocios, donde no siempre hay alguien para restablecer el suministro.
Ventajas reales de instalar un diferencial rearmable
- Comodidad total: no tienes que correr al cuadro cada vez que salta la luz.
- Protección de sistemas críticos: neveras, alarmas, routers o sistemas domóticos siguen funcionando.
- Seguridad adicional: el rearme se interrumpe si el fallo es persistente, evitando riesgos.
- Ahorro de tiempo y dinero: menos llamadas a técnicos y menos pérdidas en alimentos o equipos.
- Ideal para viviendas vacías o segundas residencias: el sistema se autorrestaura incluso sin presencia.
Diferencial rearmable vs. diferencial convencional
- El convencional protege, pero te obliga a estar presente.
- El rearmable protege y además se “autoarregla” en cortes temporales.
- La inversión inicial puede ser un poco mayor, pero se compensa rápidamente con los ahorros y la tranquilidad.
Tipos y características a tener en cuenta
Existen varios tipos de diferenciales rearmables:
- De 2 y 4 polos: según el tipo de instalación.
- Clase AC, A, HI: cada uno detecta diferentes tipos de corrientes de fuga.
- Modelos con servomotor o con rearme ilimitado: diseñados para usos profesionales.
Si tienes una instalación doméstica, lo más habitual es usar un modelo de Clase A y 2 polos, que cubre la mayoría de fugas. Para negocios o segundas residencias, yo recomiendo invertir en modelos de mayor sensibilidad y con registro de eventos.
¿Cuándo conviene instalar un diferencial rearmable?
- En viviendas vacías o de uso ocasional.
- En negocios con cámaras frigoríficas o equipos críticos.
- En casas con domótica o sistemas de seguridad conectados.
- Cuando el cuadro eléctrico está en un lugar poco accesible.
En mi experiencia, el caso más claro fue el de una panadería que asesoré: tras instalar un diferencial rearmable, se evitaron pérdidas de cientos de euros en producto por cortes eléctricos nocturnos.
Preguntas frecuentes sobre el diferencial rearmable
¿Cuánto cuesta un diferencial rearmable y su instalación?
¿Es seguro un diferencial rearmable?
¿Requiere mantenimiento especial?
¿Es obligatorio por normativa?
¿Lo puedo instalar yo mismo?
Conclusión
El diferencial rearmable es, en mi opinión profesional, uno de esos pequeños avances que marcan una gran diferencia en la vida diaria. Aporta tranquilidad, comodidad y ahorro, tanto en hogares como en negocios.
Si además lo combinas con una tarifa de luz justa y transparente, el ahorro es doble. En las tarifas de luz de Gana Energía puedes encontrar planes flexibles que se adaptan a tu consumo real, sin letra pequeña y con precios competitivos.