¿Quieres ahorrar en tu factura?

Tipos de tarifas eléctricas en España: Guía para elegir la mejor para tu hogar

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mploCuando contraté la luz en mi primer piso, hace ya unos años, recuerdo que recibí la factura sin entender demasiado la terminología: “potencia contratada”, “kWh punta/valle”, “término de energía”… Tuve que informarme bien. Hoy, con varios cambios normativos y gran variedad de opciones en el mercado libre, entender los tipos de tarifas eléctricas es fundamental para no malgastar dinero: elegir mal puede suponer pagar decenas o incluso cientos de euros de más al año.

En esta guía, te explico de forma sencilla y directa —con explicaciones, ejemplos numéricos y criterios claros— qué tipos existen, cuáles convienen según tu perfil, y cómo puedes calcular qué tarifa te conviene realmente.

Principales tipos de tarifas de luz en España

tipos de tarifas de luz

En la práctica, la mayoría de hogares en España se enfrentan a uno de estos tipos de tarifas de luz. A continuación las explico:

Precio fijo (tarifa plana por kWh constante)

  • Aquí pagas el mismo precio por cada kWh consumido, independientemente de la hora del día o del día de la semana. Es ideal si buscas estabilidad y evitar sorpresas.
  • Conveniente si: tu consumo es bastante constante mes a mes, no puedes adaptar horarios, o prefieres previsibilidad en la factura.
  • En cuanto a inconvenientes: si los precios del mercado bajan (por ejemplo, en noches o fines de semana), no aprovechas ese ahorro.

Precio variable o indexada (precio ligado al mercado mayorista)

  • El precio por kWh varía cada hora, según la evolución del mercado mayorista. Es una opción más volátil —puede salir más barato, pero también puede subir. Este tipo suele ir acompañado de la discriminación horaria (más adelante).
  • Conveniente si: estás dispuesto a vigilar los precios y adaptar tu consumo (horarios, uso de electrodomésticos, etc.) para aprovechar momentos de bajo coste.
  • Inconveniente: riesgo. Si no ajustas el consumo, puede dispararse la factura.

Discriminación horaria (tarifas con franjas: punta / llano / valle)

Tarifa plana (cuota fija mensual)

  • Pagas una cuota fija al mes, calculada según una estimación de consumo anual.
  • Ventaja: previsibilidad total; incluso si hay picos de consumo en un mes concreto, pagarás lo mismo.
  • Ideal si tu consumo es muy estable o si te preocupa planificar gastos.
  • Atención: si finalmente consumes mucho más de lo estimado, puede salir caro.

Tarifas especiales: autoconsumo, vehículo eléctrico, energía renovable, etc.

  • Si tienes placas solares en casa, algunas compañías ofrecen tarifas adaptadas al autoconsumo, permitiendo compensar excedentes.
  • Para hogares con coche eléctrico: hay tarifas con periodos valle muy rebajados, pensados para cargar el vehículo durante la noche.
  • Estas opciones combinan estrategia energética + ahorro + adaptabilidad, y pueden suponer una diferencia significativa si tu perfil coincide.

¿Qué cambió con la regulación actual: la tarifa 2.0 TD?

Desde la reforma normativa que entró en vigor en junio de 2021, las antiguas tarifas 2.0 y 2.1 se han unificado bajo la denominación 2.0 TD.

Las implicaciones prácticas:

  • Esta tarifa aplica a suministros domésticos y pequeños negocios con potencia contratada hasta 15 kW.
  • La discriminación horaria (tres periodos: punta / llano / valle) se ha convertido en la estructura más habitual.
  • Esto significa que muchos hogares ya no eligen si quieren discriminación horaria —depende del contrato—, por lo que conviene entender bien cómo funcionan los periodos horarios y calcular el coste real.

El cambio normativo hace más importante que nunca conocer bien los tipos de tarifas eléctricas: no basta con “contratar luz”, hay que elegir en función del uso real.

¿Cómo elegir la tarifa adecuada?: Mi método práctico

Para ayudarte a decidir, te propongo un método en 4 pasos, que uso cuando asesoro a alguien o comparo tarifas para mi casa:

1. Analiza tu consumo real

Haz una estimación realista: mira tus facturas de los últimos 6–12 meses. ¿Cuántos kWh consumes al mes? ¿Cuándo haces un mayor uso (horas, días, estaciones)?

2. Evalúa tu flexibilidad horaria

  • Si puedes adaptar tus consumos (lavadora, lavavajillas, carga vehículo eléctrico, calefacción, enchufes intensivos) a noches, fines de semana o mañana temprano → la discriminación horaria o tarifa variable puede ofrecer ahorro.
  • Si tu uso es imprevisible o constante → tarifa fija o plana puede darte estabilidad.

3. Considera tu potencia contratada y la necesidad real

Si tienes una vivienda pequeña —1–2 personas— probablemente no necesitas mucha potencia. Contratar más potencia de la necesaria incrementa la parte fija de la factura. Ajusta la potencia a tu uso real.

4. Ten en cuenta equipamientos especiales

  • Placas solares / autoconsumo: tarifa adaptada + compensación de excedentes.
  • Coche eléctrico: aprovechar horas valle para cargar batería.
  • Segunda residencia o consumo irregular: tarifa plana o fija evita sorpresas.

Este método me permitió, por ejemplo, ahorrar un 18 % en mi factura anual al pasar de tarifa fija a discriminación horaria, simplemente reorganizando mis hábitos de uso doméstico.

Ejemplo real: simulación para un piso tipo en Barcelona

Imaginemos un piso de 70 m² en Barcelona, ocupado por 2 personas, consumo eléctrico moderado —unos 200 kWh/mes— y potencia contratada de 4,6 kW. Supongamos estos escenarios:

Escenario A — Tarifa fija / precio fijo

  • Precio kWh: 0,18 € (valor medio estimado)
  • Consumo mensual: 200 kWh → coste energía: 36 €
  • Término potencia + otros cargos: digamos 12-15 €
  • Total estimado: ~48–51 €/mes

Escenario B — Discriminación horaria + consumo optimizado

  • Si distribuyes consumo: 70 % en valle (noche/fines de semana), 30 % en llano/punta
  • Supongamos precio valle 0,13 €, llano/punta 0,22 € (valores orientativos)
  • Consumo valle (140 kWh) → 18,2 €; consumo punta/llano (60 kWh) → 13,2 € → total energía ≈ 31,4 €
  • Término potencia similar: 12-15 €
  • Total estimado: ~43–46 €/mes

Resultado: ahorro de ~5-8 €/mes respecto a tarifa fija, lo que en un año supone ~60-100 € de ahorro. No parece mucho, pero ya compensa el esfuerzo de adaptar horarios.

Si además cargas un coche eléctrico de noche o usas electrodomésticos intensivos en hora valle, el ahorro puede ser aún mayor.

¿Qué tener en cuenta?: Precauciones y errores comunes

  • No todos los consumos pueden moverse a hora valle: hay equipos que necesitan estar encendidos en todo momento (nevera, calefacción, internet). Tenlo en cuenta.
  • Si consumes mucho en hora punta, puede compensar menos. Hay que revisar factura tras 2–3 meses para comprobar si compensa.
  • La potencia contratada importa: contratar más de lo necesario encarece la parte fija; contratar muy poca puede provocar cortes de suministro si sobrepasas la potencia.
  • Si tu consumo varía mucho (p. ej. piso usado solo en vacaciones, segunda residencia), puede que tarifa fija o plana te convenga más por previsibilidad.
  • Tarifas especiales (autoconsumo, coche eléctrico) pueden tener condiciones específicas: asegúrate de leer el contrato, el coste real de peajes, cargos regulados, impuestos.

Preguntas frecuentes sobre los tipos de tarifas eléctricas

¿Qué significa “potencia contratada”?

La potencia contratada es la cantidad máxima de electricidad que puedes consumir simultáneamente (por ejemplo, varios aparatos a la vez). Afecta al “término fijo” de tu factura: más potencia = más coste fijo, aunque no consumas kWh. Es clave ajustarla a tu consumo real.

¿Qué es mejor: tarifa fija o tarifa indexada?

Depende de tu perfil. Por ejemplo, si buscas estabilidad y no quieres estar pendiente de horarios ni precios, tarifa fija. Por el contrario, si puedes adaptar el consumo y quieres aprovechar bajadas de mercado, tarifa indexada (con discriminación horaria) ofrece potencial de ahorro —aunque con riesgo de variabilidad.

¿Conviene la discriminación horaria si estoy casi todo el día fuera de casa?

Sí — si concentras la mayor parte de tu consumo en noches, fines de semana o festivos (horas valle), la discriminación horaria puede salir muy rentable. Si, en cambio, tu consumo se reparte uniformemente durante el día, la ventaja se reduce. ¿Y si tengo placas solares o un coche eléctrico? En esos casos, las tarifas especiales (autoconsumo, energía renovable, tarifas para VE) pueden ofrecer ventajas reales: compensar excedentes de energía solar o cargar el coche en horas valle con precio bajo. ¿Cuándo merece la pena revisar o cambiar de tarifa? Si tu factura te parece alta, si tus hábitos de consumo cambian (horarios, personas en casa, coche eléctrico, placas solares), o cada 1–2 años: conviene revisar tu tarifa y compararla con otras opciones. Las necesidades cambian y la tarifa correcta también.

Conclusión: Tomar la decisión correcta puede marcar la diferencia

Elegir bien entre los diferentes tipos de tarifas eléctricas no es una cuestión menor: puede suponer un ahorro real en tu factura, mes tras mes. Conocer bien tus hábitos, analizar tu consumo, ajustar potencia y adaptar horarios te permitirá sacar el máximo partido a la electricidad sin renunciar al confort.

Si buscas una opción transparente, flexible y competitiva, te recomiendo que eches un vistazo a las tarifas de luz de Gana Energía. Cambiar a una tarifa adecuada puede ayudarte a ahorrar dinero cada mes y a tener una compañía clara y directa que te informe sin letra pequeña.

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